No recuerdo bien cuándo fue la primera vez que pensé que si las palabras no fueran gratuitas, gran parte de los discursos serían diferentes o directamente no serían. Me llama la atención no recordarlo, porque a partir de ese momento, las cosas fueron distintas. Sea como sea...suelo pensar que su gratuidad hace a la cuestión.
Se ve que mi mente estaba un poco aburrida de tanto apunte letra 8 y, en medio de esas hojas interminables, imaginó cómo sería ese mundo. Fue entretenido.
Un gran local antiguo, con paredes tan altas como edificios y cientos de cajones de madera las vendería. Muy al estilo Hogwarts y la primera varita de Harry, si, igual. El lugar estaría bañado de un marron barnizado, brilloso, como iluminado, pero no habría un olor o aroma particular.
Los precios de las palabras responderían a su utilización: las más usadas de oferta, las más caras inalcanzables para la mayoría de la población. Bajo un cartel en el que se podría leer "SALE" (todo muy yankee, ahora les gusta así, no se) se podrían encontrar las palabras o combos de palabras rebajadas como toda la batería de insultos, "pelotudo", "conchudo", "hijo de puta", bla, bla, bla, las románticas "amor", "te quiero", "te amo", "te lo prometo", "confiá en mi" y después las que usamos todos los días "hola", "si", "no", "cómo estás?" y demases.
No se me ocurrieron las palabras caras.
El silencio sería una cualidad, uno ahorraría económicamente poniéndolo en práctica. Seguramente habría cursos acelerados de "¿Cómo estar en silencio?", "El silencio: pasos para hacerte millonario" y ese tipo de cosas. El lucro ante todo...
Hablaríamos menos.
¿Se potenciarían los sentidos? Quien sabe.
Se potenciarían otros modos de comunicación cara a cara.
Tendríamos que mirarnos para entendernos. Sería un juego de interminables gestos cada día.
Escucharíamos menos también, sí, pero escucharíamos discursos en los que la gente decidió invertir. Habría que ver en qué se decide invertir para expresarse.
Los más ricos hablarían más, los más pobres menos. Cuanto más dinero, más voz. Cuanta más voz, más difusión. Bueno, eso sería parecido a lo de ahora, no cambiaría tanto...
Los gemidos serían gratuitos. Ojo con eso.
Qué más? Internet imposible, chat menos, medios de comunicación lo mínimo indispensable.
No sé qué pasaría con los libros.
No sé si así las palabras dejarían de utilizarse con tanta liviandad, si significarían algo para el que las usa. Si al ser los sentimientos y las emociones gratuitos, los pondríamos en práctica un poco más o no. Si emplearíamos las palabras para continuar mintiendo o ilusionando, sabiendo que no vamos a concretar nada de lo que digamos o cómo sería.
En fin...se hizo tarde.
En cuanto a mi...saldría completamente desfavorecida, básicamente tendría que crear todo un nuevo sistema para hablar de la manera excesiva en la que lo hago, pero al menos en los primeros días no podría ni dormir viendo semejantes cambios.
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