-¿Qué vas a hacer a partir de ahora?
-Voy a escribir una novela ¿Qué te parece?
-Me parece muy bien ¿Qué tipo de novela?
-Una buena novela. Buena para mí. Yo no creo que tenga talento ni nada de eso. Pero, como mínimo, pienso que si uno, cada vez que escribe, no se vuelve un poco más sabio, entonces no tiene ningún sentido escribir
-Claro
-Escribir para ti mismo...O escribir para las cigarras
-¿Las cigarras?
-Sí

abril 24, 2017

encuentros de otoño - Capítulo XVI y contando


Depongo las banderas de mi causa
una a una podrás verlas caer 

Junto con mis ganas, 
mis infinitas ganas ,
las doblo de manera delicada 
y escribo
por si la poesía nos salva 
de todo lo que no podemos cambiar
porque en esto
no hay militancia que valga 

En tus imposibilidades, mujer
me diste vida
y ahí está el dilema

Supe habitarte y no tengo memoria
¿dónde quepo hoy 
si vos no podés respirarnos?

Tal vez
habitándome en silencio
Quepo descubriendo detalles en las nubes  
Quepo sentada en el umbral de una casa desconocida
resoplando 

Quepo por ahí

Pero seguro reseguro,
certeza absoluta
de las pocas,
Quepo, en fin
sin poder crear
el espacio
en que nuestros ojos se encuentren 
y podamos

en un segundo

reconocernos
y ser  


julio 17, 2016

manca


mentira de anoche
que no deseo besarte
al menos 
una vez

mentira mis intentos amistosos
todos y cada uno de ellos
aquí me sé farsante 
renuncio
secreto revelado 
FIN de la función

yo sé que mis ojos 
y sé que los tuyos 
pero 
¿quién podría saber si se cuentan esto
todo este todo inmenso 
que late fuerte
fuertísimo
ensordeciéndome?

ayer
la oscuridad fue cómplice
de mi impunidad discursiva
¡qué facil fue! 
despreciar a lxs amantes cobardes
a ojos cerrados
¡qué facil fue, lo juro! 
decirte que no formo parte de ese club
mientras estabas a punto de soñar

y nos dormimos y la noche se fue
simple
así sin más
nos embargó un sueño profundo
y llegó el sol 
y la claridad ya no me contuvo  

no puedo con toda tu luz
contarte ahora
ya
sin que medie un segundo más 
qué difícil se me hace 
esto de tener el corazón en las manos 
y no poder ofrecértelo 

no puedo
todavía







mayo 08, 2016

amor o algo así en participio


En lo que tiene que ver con el amor 
(por llamarlo de alguna manera que, 
en este preciso momento en que mis yemas presionan las teclas, 
podría ser algo así como 
condenado-emperrado-miserable Cupido sorete, 
podrían ser tantas más,
pero
esta fue la definición DEL DÍA 
y eso me exonera), 
siempre me acuerdo del mismo hecho. 

Una mujercita dedicándome un fragmento de Cortázar por mi cumpleaños. 
Elegido, extraído, sentido, pensado y dedicado. 
Suficiente quizás, en ese entonces, como para hacer que se me derritiera sutilmente el cerebro de calentura 
y se activaran algunos puntos G de mi cuerpo (o al revés)
pero...
...esa chica no me gustaba.
Típico, sí. 

¿Qué nos convoca hoy?

De pronto, 
sin siquiera buscarlo,
estando en otra sintonía, 
fuera de contexto, 
de encuadre,
de como quieras llamarlo, 
una boca modula UNA frase desubicada
en un momento académico de suma relevancia
y... 
me tuvo. 

Ingrata. 

Toda ella me tiene 
y lo ignora 
y es mejor que lo ignore porque me hiperventilan los latidos al tenerla en frente 
y es...
nuevamente...
uno de tantos más,
tampoco buscado, 
ni trabajado, 
ni deseado,
pero ciertamente despreciado
desencuentro.

Si encima ahora empezamos a promediar mujeres de 40
con infantes
YO la veo complicada,
no se vos Cupi,
vos sabrás,
pero no es mi idea,
aunque no te interese, ya sé. 

Entonces mientras camino,
levanto el dedo índice, miro al cielo 
y digo en voz alta: UNX boludx! UNX!
(suponiendo que pudiera pronunciar una cosa semejante
pero con toda la intención
así de paso creamos otra realidad, ¿vio?)  
Le echo la culpa a alguna dividinidad superior/ 
energía del universo/
karma/
vidas pasadas,
y sigo diciendo de manera impronunciable:
Dale queridx! DALE!

abril 12, 2016

dos pares de ojos gemelos

A mi abuela paterna no la conocí.
La frecuenté en asados familiares y en su demencia senil.
Sólo recuerdo las indeseables despedidas de los domingos, que eran casi un manual de pasos a seguir en mi niñez:
-acercarme a su habitación
-darle un beso en la mejilla fría, llena de arrugas del tiempo
-e irme, sabiendo que no tenía idea de quién era.
Nunca disfruté de eso. No había tanto para disfrutar tampoco, ¿no?

Dato pintoresco, de esos que se cuentan en meses grandes y largas: ella fue una de las que estuvo en esos barcos que relatan los libros de historia, viajando por más de un mes de Italia a Argentina.
Ese hecho debe condicionar el detalle que me quedó de esa mujer: la profunda tristeza de sus ojos.
Las fotos blanco y negro de la familia ayudan a resaltar la seriedad de su expresión.
No importa que se trate de casamientos, bautismos, viajes y demás celebraciones. La tristeza la habita a ella y a sus pupilas.
No sé si hace falta que me cuenten mucho sobre cómo vivió. Década tras década, conserva en las fotos que la retratan la misma mirada de párpados caídos y sonrisa prisionera.

En el barco también viajaba mi papá, con 6 años de edad. Tuve la suerte de encontrarlo despierto para ver si recordaba algo de ese momento, pero no, no tuvo mucho para decir.
Él heredó su nariz siciliana y los mismos ojos tristes.
Las fotos, ahora a color, de la familia resaltan también la seriedad de su expresión.
No importa que se trate de comuniones, navidades, viajes y demás celebraciones. Casamiento lo dudo, porque la nena no se va a casar. La tristeza lo habita a él y a sus pupilas.
La diferencia está en que a él sí pude preguntarle "¿sos feliz?"
Y él, respuesta tras respuesta, respondió con seguridad: Sí.
Y yo, respuesta tras respuesta, descreí y me quedé en silencio. 
Es una viaje de ida cuestionar la felicidad ajena y uno elige que batallas pelear, ¿no?. 
Por desgracia, a él tampoco pude conocerlo tanto, pero al menos su mente funcionó para contar un relato que poco tuvo que ver con la historia en sus ojos.  


febrero 20, 2016

volviendo


ahi lo veo al pibe,
cansado, 

de resoplido en resoplido,
intentando, 
perseverante, 
con la esperanza de deshacerse de los últimos residuos en sangre

él sí que es creyente, casi iluminado
Lata, lata, compañero, 
que cuanto más líquido vital se bombea, 
más rápido se combaten las cicatrices   

Y ahí están las suturuas
recuerdos vivientes
Perdí la cuenta entre 
infartos de miocardio y 
fracturas externas 

¿Qué más después de amar así, compañero?
¿De qué otra forma?
¿Cómo sin fracturas? ¿Cómo sino?
Lata señor, es mi orgullo

De una muerte como esa
se renace dragón
o elefante blanco para reyes
Y mientras una vuelve a ser,
en un instante
huele los aromas de las flores del mundo, 
oye el canto de los pajaritos de todos los amaneceres,
ve lunas llenas rodeando los continentes 

Vamos pibe que en eso estamos...
vos latí 
que yo hago el resto