-¿Qué vas a hacer a partir de ahora?
-Voy a escribir una novela ¿Qué te parece?
-Me parece muy bien ¿Qué tipo de novela?
-Una buena novela. Buena para mí. Yo no creo que tenga talento ni nada de eso. Pero, como mínimo, pienso que si uno, cada vez que escribe, no se vuelve un poco más sabio, entonces no tiene ningún sentido escribir
-Claro
-Escribir para ti mismo...O escribir para las cigarras
-¿Las cigarras?
-Sí

junio 03, 2014

puede pasar

Titila.
En medio del silencio, el ritmo de las agujas del reloj y las sombras que producen los objetos iluminados cuando es de noche, sin avanzar, el cursor me interpela preguntando para qué lo necesito. 
Miro para un costado, reconozco todo lo que me rodea. ¿A mi me estás hablando? Miro para el otro y reparo en que falta poco para que se apague el sahumerio. Mejor, tiene un olor raro. No vuelvo a comprarlo.
Un poco más inquieto, sigue titilando y yo sigo sin poder darle respuesta. No es que esté dubitativa, es que realmente no se cómo poner en palabras lo que quiero decir. Y él ya está moviendo los dedos, apoyando y haciendo sonar las uñas una a una sobre la mesa para demostrar que está molesto. 
No sé hacer lo que quiero hacer y mucho menos voy a saber escribirlo, así que sería mejor, pienso, que dejes de estar tan nerviosito. ¿O acaso vos siempre supiste cómo hacer las cosas? 
Ahora que nos sacamos las caretas, que vos te mostrás tan seguro, tan autosuficiente (total básicamente hacés siempre mas o menos lo mismo, aunque te la des de compadrito) y yo titubeo y me reconozco aturdida en mi situación, creo que podríamos intentar arrancar. 
No sé si te habrás dado cuenta de que más allá de que ahora efectivamente las yemas de mis dedos presionan las teclas, sigo sin decir nada. Escribo, el tiempo pasa, pero estoy en el mismo lugar. 
Es sencillo apretar letras, formar palabras y permanecer inmóvil. 
Es más fácil todavía pensar en decenas de posibilidades y no concretar ninguna. Fantasías, hipótesis, reacciones y respuestas frente a lo que no ocurre...Qué cosa más inútil. Cuánta energía desperdiciada, che! Con razón ando cansada.  
Creo igual, ahora sí haciendo un uso responsable de tu rol de cursorcito de cuarta, gran trabajador, que a veces uno simplemente no sabe y que personificarse en un signo de pregunta por un tiempo puede, incluso, hasta llegar a tener un final feliz. Borremos el feliz. Un final y ya.  
Capo, tan capo que siempre tenés las cosas tan claras, tan coherentes, tan dichosos tus pensamientos de verse reflejados en tus acciones. Te felicito, te aplaudo parándome al lado de la computadora, mirame!  
Yo, por el momento, me quedo acá, me vuelvo a sentar y me cruzo de piernas, reafirmo mi absoluta predisposición a hacer algo sin saber cómo hacerlo y te hago desear un poquito de mi decisión-inacción.
No te enojes, no seas boludo...en definitiva siempre vuelvo a vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario