-¿Qué vas a hacer a partir de ahora?
-Voy a escribir una novela ¿Qué te parece?
-Me parece muy bien ¿Qué tipo de novela?
-Una buena novela. Buena para mí. Yo no creo que tenga talento ni nada de eso. Pero, como mínimo, pienso que si uno, cada vez que escribe, no se vuelve un poco más sabio, entonces no tiene ningún sentido escribir
-Claro
-Escribir para ti mismo...O escribir para las cigarras
-¿Las cigarras?
-Sí

febrero 24, 2014

todos reirían conmigo

Siempre me habla de lo que van a cenar. Mas o menos a partir de las 7 y media de la tarde arranca con los planes. Es la vuelta a casa antes de volver a casa. 
Pizza, fideos con tuco, ensalada de lechuga, tomate, papa, huevo y brotes, completa, completísima.
Puede ser también pollo al horno o alguna milanesa. No es que sea nada del otro mundo, es que ese lugar es todo su mundo y yo, después de tener la misma conversación durante años, la miro y me río. 
Es que si todos pudieran ver cómo se rie, cómo disfruta de los detalles, cómo baila tan mal y la pasa tan bien, cómo sufre en silencio sin molestar a nadie y cómo me ayuda...todos reirían conmigo, no tengo dudas.


-¿Vos qué vas a comer?
-No sé boluda, no tengo la menor idea, pero ojalá que sean pastas. Por favor que no sea pescado, qué no sea pescado! 
-Jajaja, no sabés cómo están los morrones de mi huerta. Ricos morrones.
-Ojalá mi balcón soportara al menos una albahaca, dudo que llegue a los morrones
-Cuando te mudes para acá, vas a ver...Sigue en venta el departamento que vimos el otro día...
-Me estás jodiendo...vos sabés que 
-Che, ya te dije que no me gusta que hablemos en clase, después la seguimos
-Pelotuda  

Camina escuchando reggae y ska, liviana después de tanta tormenta.

¿Quién se atrevió a decir que la lluvia la iba a detener? Pero si hasta la he visto sacudirse el cuerpo empapada, cual perro, dar algunos pasos y salir airosa. Huracanes, tornados e inundaciones, siempre la misma actitud.    
La veo llegar. Mis ojos se agrandan, mis mejillas se levantan, se ensancha la comisura de mis labios. Sonrío. 


-Boluda sos un témpano de hielo
-Siempre me costó el temita de la cuestión corporal
-Pero te juro que te abrazo y no te siento, por más que te aprete
-Es que me pone incómoda que me estén demasiado cerca 
-Te estoy dando amor
-Ya sé, pero me cuesta igual  

Como dos manos que se entrelazan en perfecta armonía, a veces sentimos igual. 
Ella piensa donde ya reflexioné. Yo piso las mismas baldosas flojas de las que ella se quejó. Reímos de la misma manera y compartimos el silencio. 
Hoy miramos el cielo casi con la misma incertidumbre y con la misma certeza. 
Le pido a las estrellas que estos días titilen con más intensidad . Le pido a la luna que sea tu confidente en mi ausencia. Te abrazo fuerte todos los días, sea donde sea que esté. Y por más lejos que nos encontremos, aunque sólo sea un tren y un bondi de distancia, se que sonreímos internamente y pensamos al unísono: Ya va a pasar, será sólo una anécdota más.  

-¿Te imaginás a los nenés con esos tremendos ojos azules y tu pelo?
-Sí, ya me lo han dicho. Van a ser preciosos
-¿Y los voy a poder llevar a la plaza? ¿Me los vas a prestar?
-Sí, claro que sí, en algún momento tengo que coger yo también
  

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