¿Basta tan sólo esto para barrer con mis propias dudas- telarañas del alma-tan fácilmente?...sí, ya todo es verdad, ya nada es feo, falso, triste o malo en el mundo, porque...bueno, es tan simple...es que Héctor me ha tomado la mano debajo de la mesa y me la estrecha, y nuestros corazones laten al compás de un fox, y, Esther ¿qué más podés pedir?, ya nada más hay que pedir, porque en este mundo a la vuelta de cada esquina florece un rosal y una pareja, y no hay nada más que pedir, sólo una cosa, sí, por favor, una cosa...que los relojes se detengan y el tiempo muera por siempre, cuando sea domingo
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